sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!

Esta noche nace la Luz. Surge de las tinieblas el resplandor que ilumina al mundo. Hoy nace un Niño que no morirá nunca. Fijaros si es así que, como dijo aquél, todavía molesta a muchos vivos. Por eso quiero desearos a todos felicidad, amor, trabajo, esperanza,... En estos días y siempre.
            Y como es un Niño el que nace, deseo, deseo y deseo con todas mis fuerzas que Pilar, Carmen, Javier, Laura, Juan y María sigan creciendo sanos y fuertes para que no dejen de poner brillo en mis ojos y en los de sus padres y abuelos; que Inma y Beltrán sigan disfrutando de la espontaneidad de su tío; que Gabriel y Lola colmen de felicidad al suyo y tengan una madre para siempre sana y joven; que en San Bernardo (Sevilla) se siga viviendo con la alegría de un crío; que Pepa no deje de ver felicidad en las caras de sus padres; que una nueva estrella, como la de Belén, venga fuerte y sana para llenar de bendiciones el hogar de mi vecino que se fue a "Alcalá"; que Ángeles siga enterneciendo a su padre y poniendo esa sonrisa eterna en la cara de su madre; y que Isabel y Álvaro nos cuiden a todos, que para eso son unos pedazos de ángeles de la guarda.
              ¡Feliz Navidad a todos!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Arde El Viso

En la tarde-noche de hoy he salido y me ha sobrevenido un olor a infancia. Había humareda en las calles y olía a hoguera. En seguida, me acordé: ¡es el día de las hogueritas! Para los que no sois de aquí, os explico brevemente que hoy arden en mi pueblo decenas de hogueras formadas con la leña que los chavales han podido reunir en los últimos meses; una tradición ancestral que cada 7 de diciembre reúne a jóvenes y mayores al calor del fuego.
            ¿Cómo empezó todo? En cierta ocasión me dio por investigar la cuestión y comprobé con gran sorpresa que ni los más antiguos conocieron el origen de esta entrañable celebración. Entonces me planteé que la cosa vendría de bastante atrás, y que, muy posiblemente, estaría relacionada con la Festividad de la Inmaculada Concepción. Así que, hurgando como un ratón, lo más que pude encontrar fue que en la segunda mitad del siglo XVII, y seguramente al calor del fervor inmaculista que se fraguó en Sevilla desde un siglo antes, el Alcalde Mayor de la villa, Juan de Ozaeta, mandó que anualmente se celebrara la fiesta de la Purísima, con octava, vísperas y procesión eucarística. Pero, claro, el misterio de la Concepción Purísima de la Virgen María no se declara como Dogma hasta 1854, así que es inevitable plantearse interrogantes: ¿serán las hogueritas parte de esos festejos que se iniciaron en el XVII?, ¿se celebrarían en otra fecha y se pasó al 7 de diciembre tras la proclamación del Dogma?, ¿o se iniciarían precisamente a partir de la declaración dogmática?,...

            En fin, dejemos que el velo de la historia siga dibujando ante nosotros un halo de misterio y quedémonos con la pura tradición. Una fiesta popular que afortunadamente se mantiene con su ambiente familiar, su regocijo de chavalería, sus primeros villancicos y ese olor a leña quemada que envuelve El Viso en una singular niebla para que la rompa la Pureza de María.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Descubriendo a Wagner

Hace unos días tuve la suerte -previo paso por taquilla, eso sí- de asistir al Maestranza a escuchar y ver "La Valquiria", una de las monumentales óperas de Richard Wagner. Nunca he sido aficionado a la ópera, de hecho mis gustos musicales se decantan más por el mundo sinfónico y la música antigua, por lo que de Wagner sólo conocía sus piezas más célebres. Pero salí del teatro con la sensación de haber descubierto a un compositor excepcional. Genial la partitura; no se me ocurre otra calificación. Porque el alemán es uno de esos músicos con sobrado genio para sacarle a orquesta y cantores riquísimos matices en una línea de alta exigencia. Sencillamente, me impresionó, y eso que he de reconocer que por momentos se me hizo la obra algo larga. Con deciros que duró en total cinco horas o que uno de los intérpretes se tira treinta y cinco minutos cantando él solito, ya os podéis hacer una idea de la exigencia de esta ópera.
            Y tengo que resaltar también la puesta en escena, a cargo de "La Fura dels Baus". Sin decorado, con sólo una pantalla al fondo en el que se proyectaban continuamente imágenes un tanto oníricas que acompañaban en un alarde de simbolismo el argumento de la ópera, haciéndolo mucho más comprensible. Yo soy más de decorado de cartón piedra, a la manera tradicional, pero a cada cosa lo suyo. Y para esta obra, basada en la mitología germánica, la videoproyección fue todo un acierto. Aparte del espéctaculo visual que creó el grupo catalán, con empleo de grúas, estructuras y personas colgadas, etc., con momentos realmente culminantes, como la muerte de Segismundo, la famosa cabalgata de las valquirias, o el círculo de fuego que al final de la obra protege el sueño de Brunilda.

            Gracias, herr Wagner, por permitirme conocerle más a fondo, y además de una forma que estoy seguro le habría impresionado a usted también.          

lunes, 21 de noviembre de 2011

Por no decir la verdad

Hoy, al calor de la resaca electoral, y sin que sirva de precedente, me apoyaré en la política para llegar a una reflexión.
            Empecemos por hacer memoria. Tras el brutal atentado de Atocha el 11 de marzo de 2004, y ante la pésima gestión que de su información hizo el Gobierno de Aznar, el PSOE puso en marcha una eficaz campaña basada en una idea que difundieron con contundencia: el Gobierno estaba mintiendo y merecíamos un Gobierno que no nos mintiese. ¿Recordáis aquello? Resultado: en sólo tres días consiguieron dar la vuelta a las encuestas y Zapatero ganó sus primeras elecciones. Dicen, y yo me lo creo, que fue Rubalcaba el inspirador de aquella "gesta".
            Año 2008. Zapatero ha sido reelegido cuando empieza a sobrevolar sobre nosotros el fantasma de una crisis económica de funestas consecuencias. En otros países se empiezan a tomar medidas, que a la larga han comenzado a dar resultados. ¿Qué hace nuestro Gobierno? Olvidar que no se debe mentir y negar la existencia de esa crisis. Se habla, todo lo más, de "desaceleración en el crecimiento de la economía". ¿Recordáis también aquello? Rubalcaba, miembro del Gobierno, olvidó lo de "un Gobierno que no nos mienta" y más bien debió pensar, como Goebbels, que una mentira mil veces repetida se convierte en verdad. Y nada, a seguir chupando de la teta mientras dé leche, españoles, que si alguna vez deja de dar ya nos la regalará la vaca ésa alemana. Pero, ¡pobres  ilusos! no se dieron cuenta de que se puede engañar a un paniaguado, a un subvencionado, incluso a algún politiquillo de medio pelo,... ¡Pero jamás a los bolsillos! Y el resto ya lo conocéis: medidas inútiles (llámese Plan E), no sé qué de falsos brotes verdes, y casi cinco millones de parados... Resultado: el PSOE fulminado en las elecciones de ayer.
            Y uno se pregunta: ¿tan malo es decir la verdad en política? Porque, ¿qué hubiera pasado si en 2008 Zapatero se hubiera dirigido a todos nosotros más o menos en estos términos: "tenemos encima una grave crisis económica de la que tendremos que salir con sacrificios; el Gobierno hará cuanto esté en su mano, pero pido a todos comprensión y altura de miras"? Pues no sé qué hubiera pasado, pero probablemente nos hubiera ido algo mejor y, sobre todo, el Gobierno no habría mentido. Pero nada, optaron por negar la mayor y cuando no tuvieron más remedio empezaron a tomar medidas, pero tarde y, lo que es más bochornoso, dictadas desde el exterior.
            Y tú, Mariano, aplícate el cuento. Los españoles te hemos dado un amplio margen de confianza, aún a sabiendas de que vamos a tener que apretarnos el cinturón. Haz lo que puedas y debas si crees que es lo mejor, pero, hombre, no nos mientas. Que me da a mí que te vas a ver más de una vez en la tentación de hacerlo, y ya deberías saber dónde ponemos nosotros a los mentirosos.  

sábado, 12 de noviembre de 2011

El poeta del rock

Casi se me pasa el año y no me doy cuenta de que en el presente hubiera cumplido 75 el gran Roy Orbison, uno de mis iconos del rock. Pues nada, aprovechando que estamos en el mes de los difuntos, hablemos un poquillo de uno de ellos.
            Este genial autor, inconfundible por sus sempiternas gafas oscuras y su flequillo de pelo negrísimo, poseyó el don de una voz prodigiosa, de amplios registros, que le permitió utilizar unos soberbios falsetes que le daban tintes femeninos. Conoció el éxito, pero la vida no siempre le trató bien. Tras alcanzar en 1964  el número uno en ventas con su célebre Pretty woman, la canción que años después sirvió de banda sonora a la famosísima película homónima protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere, su mujer murió en un accidente de tráfico. Y sólo dos años después perdió a dos de sus hijos en un incendio. Para colmo, su carrera comenzó a languidecer en los años 70. Ya en los 80, y gracias sobre todo a formar parte de Traveling Wilburys, una singular banda en la que figuraban varios genios como Bob Dylan o George Harrison, su figura volvió a relanzarse. Pero fue justamente entonces cuando un fulminante ataque al corazón lo borró del mapa con sólo 52 años.

            Nos dejó un ramillete de hermosísimas canciones, muchas de ellas impregnadas de letras y melodías nostálgicas, motivo por el cual algunos lo denominaban "el poeta del rock". A mí desde luego me encantan, y por eso quiero compartirlas con vosotros. Aquí abajo os dejo unos enlaces para que podáis escuchar algunas de ellas. Estoy seguro de que, sean cuales sean vuestros gustos musicales, no os dejarán indiferentes.

jueves, 27 de octubre de 2011

Otoño


La lluvia ha decidido bendecir la tierra para que todo empiece, ahora, a renacer.
            Aquellas hojas que nacieron pujantes en primavera, caen mortecinas a la misma tierra que les amamantó, como queriendo sentir una última caricia de la madre de todas las madres.

            Se fueron los vencejos; su canto es ahora patrimonio sonoro de tierras lejanas desde las que algún día retornarán para regalarnos una dulce canción de luces nuevas. Esa luz que ya emigra para iluminar ilusiones de otros horizontes, allí donde el hombre también anhela en cada ciclo el milagro de la vida.

            Y en la atardecida, el sol tiñe el paisaje de oro viejo; un mismo paisaje que en el estío brilló con otro oro, limpio y reluciente, nuevo, adánico,... Todo es ahora viejo y caduco para avisarnos de que, en unos meses, renacerá. Como la vida misma.

miércoles, 12 de octubre de 2011

España

Hoy que se celebra la Fiesta Nacional de España, me asalta la vena historiadora para hacerme esa pregunta a la que todos seguro nos hemos enfrentado alguna vez en nuestros pensamientos: ¿qué es España? Tan discutida, tan cuestionada, que a algunos hasta les produce sonrojo pronunciar su nombre -y lo sustituyen por la manida expresión "este país"-,... La pregunta viene al pelo ahora que algunos politicastros catalanes agitan nerviosos su rancio nacionalismo de sardana y barretina para recolectar una buena cosecha de votos el próximo 20-N. Lo que no saben, o mejor, no quieren saber, es que, con esa actitud no están sino demostrando su españolidad. Porque eso ha sido siempre España, un contrapeso de opiniones, una báscula de intereses, un reparto de poderes, pero en definitiva, y siempre, una suma. Repásese la historia y se verá que es una continua repetición de lo que os digo. Pero yo callo ya; porque dejo que sea Ortega y Gasset quien explique magistralmente este fenómeno, esta España. La cita la extraigo de "España invertebrada".
            "Entorpece sobremanera la inteligencia de lo histórico suponer que cuando de los núcleos inferiores se ha formado la unidad superior nacional, dejan aquéllos de existir como elementos activamente diferenciados. Lleva esta errónea idea a presumir, por ejemplo, que cuando Castilla reduce a unidad española a Aragón, Cataluña y Vasconia, pierden estos pueblos su carácter de pueblos distintos entre sí y del todo que forman. Nada de esto: sometimiento, unificación, incorporación, no significan muerte de los grupos como tales grupos; la fuerza de independencia que hay en ellos perdura, bien que sometida; esto es, contenido su poder centrifugo por la energía central que los obliga a vivir como partes de un todo y no como todos aparte. Basta con que la fuerza central, escultora de la nación -Roma en el Imperio, Castilla en España, la Isla de Francia en Francia-, amengüe, para que se vea automáticamente reaparecer la energía secesionista de los grupos adheridos. (...) la energía unificadora, central, de totalización -llámese como se quiera-, necesita, para no debilitarse, de la fuerza contraria, de la dispersión, del impulso centrífugo perviviente en los grupos. Sin este estimulante, la cohesión se atrofia, la unidad nacional se disuelve, las partes se despegan, flotan aisladas y tienen que volver a vivir cada una como un todo independiente."

sábado, 8 de octubre de 2011

Del Lope al Maestranza

Más de una vez he dicho a mis conocidos que, de todas las bellas artes, es la música la que posee mayor capacidad de transmitir y emocionar. Tal vez porque es la única inmaterial. Todos sabemos que existe una pintura maravillosa de Velázquez que se llama "Las Meninas". Pero es única y está en el Prado. (Por supuesto se pueden ver reproducciones, pero no es lo mismo) Y así todas y cada una de las obras pictóricas, arquitectónicas, escultóricas y literarias. En cambio, si hablamos de música, no existe un, por ejemplo, único "Orfeo" de Monteverdi. No; lo que existe es la partitura. Pero Orfeos hay muchos, tantos como cuantas interpretaciones se hagan. Esa es la grandeza de la música.
            Cuando el miércoles asistí al Maestranza a una representación de "Las bodas de Fígaro", comprendí que la ópera es un magnífico compendio de bellas artes. Y disfruté con la genialidad de su libreto -del que resplandece la altivez del conde de Almaviva, las mañas de Susanna, y los toques de humor del pícaro Fígaro y el pilluelo Cherubino-, con los decorados -por los que se colaba mágicamente reproducida la luz de Sevilla-, con el vestuario, con los figurantes, con la danza,... Por supuesto con los cantantes/actores, que brillaron con luz propia en los distintos diálogos y arias, aunque, eso sí, me hubiera gustado un mayor protagonismo del coro. Y, cómo no, con la orquesta, la Sinfónica de Sevilla, muy compactada y deslumbrante, y eso que esta vez actuó con plantilla reducida, como requiere la partitura -las orquestas con amplio número de componentes no surgen hasta el siglo XIX, con el Romanticismo; ¿no es así, Miguel López?-. Yo no conocía la obra, excepto su célebre obertura y algunos pasajes que reconocí de la película biográfica "Amadeus", que por supuesto os recomiendo. Esto lo cuento porque es un reconfortante placer escuchar en directo música que ya conoces.
            En resumen, que disfruté gratamente con cantantes, decorados, orquesta,... Y con Mozart. Mirad, no es precisamente su época la que más me gusta de la historia de la música, pero el genio de Salzburgo nació tocado con la capacidad única de cautivar a todos los oídos del mundo. Creedme, si algún día no sabéis qué escuchar, Mozart nunca falla.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Gozando con el terror

El sábado fui al Lope de Vega a presenciar una magnífica adaptación teatral de "Drácula", la famosa novela de Bram Stoker. Sencillamente, me encantó. Muy dinámico el guión -casi dos horas en las que no pestañeas-, con un argumento a caballo entre la histórica película homónima que en 1931 protagonizó Bela Lugosi y la, para mí, monumental que décadas más tarde dirigió Coppola. Fantásticos la iluminación, el sonido y los efectos especiales. Y genial el elenco de intérpretes, encabezado por un Emilio Gutiérrez Caba metido en Van Helsing y dejando ver que es uno de esos grandes actores capaz de llenar él solo el escenario con su presencia. ¿Verdad que fue todo así, Ana?

            No es el terror mi género favorito, pero me gusta. Como a todo el mundo, me atrevería a decir. Y es que no deja de resultar curiosa la atracción que ejerce sobre las personas ese aspecto tan desconocido de los fenómenos paranormales y, sobre todo, la muerte. ¿Quién no se ha visto alguna vez en medio de una conversación sobre espíritus que vagan por el mundo, casas encantadas o muertos que regresan a la Tierra?, ¿y no es verdad que por mucho que queremos dejar la conversación, porque más de uno -y de una, sobre todo...- la volverá a recordar apenas se eche la sábana por encima, con el consiguiente mal rato y desvelo, sin embargo la curiosidad nos puede y seguimos imbuidos en ella? Eso es lo que ofrece "Drácula": almas cautivas, no muertos, la vida eterna,... Un compendio de "erótica vampírica" al que es difícil sustraerse.

            Sí, definitivamente necesitamos de cuando en cuando una dosis de terror. Pero si es con gozo, mejor que mejor. Porque, al fin y al cabo, los vampiros no existen... ¿no?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Gracias por una noche inolvidable

Como ya sabéis, el viernes pasado, día 16, celebramos el pregón del décimo aniversario de la carreta de La Lonja, que tuve el honor de recitar. Creo que con decir que fue una noche inolvidable queda todo dicho. La gente disfrutó con mi texto; y no es que lo diga yo de forma altiva, sino que así me lo transmitieron sinceramente. Por ello no me queda sino dar gracias a todos los que hicieron posible aquella gran fiesta. Gracias a Juan Carlos y a Chari, que brindaron su casa desde el primer momento y se ocuparon de que estuviera de dulce; gracias a todos cuantos se encargaron de embellecer aún más aquel hermoso lugar; gracias por escuchar mi sugerencia, bendita locura, de trasladar hasta allí la carreta, y a quienes lo hicieron posible; gracias a "De sevillanas maneras", por la megafonía; y gracias, muchas gracias a cuantos estuvisteis allí aquella noche, compartiendo vuestra alegría y elegancia en una fiesta que jamás olvidaremos. Un abrazo a todos.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Décima a Sta. María del Alcor

Muy de tarde en tarde me atrevo a escribir algún poema; de verso libre, romances... Eso sí, que nadie espere nada del otro mundo porque tengo ya más que visto que soy un "poeta" de pacotilla. A la hora de escribir, me desenvuelvo muchísimo mejor con la prosa.  Pero bueno, como ahora poseo esta particular editorial que es mi blog, lo mismo pongo aquí de vez en cuando algunas de mis creaciones líricas, so pena de vuestra risa y mi sonrojo. Me gustan mucho las décimas, sobre todo por su sonoridad y porque uno está acostumbrado a escucharlas en pregones (por favor, que nadie se pierda la monumental décima que Joaquín Caro Romero dedicó en su pregón de Semana Santa a la Virgen del Refugio -Va por un puente sin río...-). Hoy quiero compartir con vosotros esta décima que escribí el año pasado en honor de nuestra Patrona, Santa María del Alcor, cuya festividad celebramos este lunes 12 de septiembre (lo de la fecha es para mis conocidos de fuera, hombre...).

                                                         Es tu pueblo quien te aclama
                                                         en un doce de septiembre,
                                                         pues todo visueño entiende
                                                         que ya el Cielo al Viso baja
                                                         y el mismo Dios se entusiasma
                                                         ante una leyenda de amor
                                                         tan regada con tu dulzor,
                                                         que hasta el nardo se santigua
                                                         al calor de tu sonrisa,
                                                         ¡oh, María del Alcor!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un pregón singular

Ando estos días dando los últimos retoques al pregón que ensalzará el décimo aniversario de la carreta de La Lonja, de la que formo parte desde su creación y con la que cada año peregrinamos un grupo de amigos hasta la ermita de nuestra Patrona Santa María del Alcor en su colosal romería. En realidad la carreta existe desde hace más años, pero fue hace diez cuando adoptó el rociero -o mejor, sevillanísimo- aspecto de yunta de bueyes y "blanco vestío". Antes llevábamos un simpático carro que antaño sirvió para el transporte de ganado vacuno, y que muchos recordareis.
            El pregón me lo encargaron mis propios amigos el año pasado, y no ha sido hasta este último mes de agosto cuando me puse de verdad manos a la obra. Hasta entonces, sólo algunas ideas vagamente pergeñadas. Y tengo que agradecer a los que tuvieron la idea de encargarme este singular pregón, porque, si bien al principio no tenía muy claro qué diría, luego logré componer una estructura que, aunque breve, creo que responderá a lo que se demanda. Ya me dirán los que lo escuchen en la noche del 16 de septiembre, el viernes anterior a la romería.
            Además me ha hecho ilusión. Porque mi carreta de La Lonja es un lujo en nuestra romería, con el ambiente tan colorista y alegre que le dan sus miembros, esos locos amigos míos que no se hartan de cantar y animar con la clase que debe hacerse en el camino. La misma clase que demuestran con sus sombreros panamá -ellos- y sus elegantes trajes de flamenca -ellas-. La misma clase que se ha acordado para el pregón: mantones ellas y americanas veraniegas nosotros. Si es que por algo el "himno" de la carreta es "Sevillanía".

miércoles, 31 de agosto de 2011

Con Ben Kingsley


El sábado por la noche estábamos tomando una copa tranquilamente en la calle Placentines cuando de buenas a primeras apareció un exótico séquito de unos treinta tíos. Cuál fue mi sorpresa cuando pude distinguir entre ellos al actor británico Ben Kingsley. Rápidamente advertí a mis amigos, que no lo conocían mucho, aunque casi todos supieron relacionarlo con su famosa interpretación de Gandhi. Mi escaso inglés me permitió pedirle que se fotografiara con nosotros, a lo que accedió amablemente. Y ahí lo ven; tanto se volcó el hombre que hasta puso su mano sobre la mía cuando la apoyé en su hombro.

            La verdad es que cuando nos encontramos a un famoso, nuestro cuerpo experimenta un "subidón" o una descarga de algo -yo no lo sé, no soy científico; a ver si Antonio el Negro lo aclara-. Otra cosa es cómo reaccionamos ante este hecho. Porque si en lugar de Ben Kingsley hubiera pasado por allí Belén Esteban, yo, sin ir más lejos, me hubiera quedado cómodamente sentado. Definitivamente, el hombre tiene una capacidad para admirar a otros inversamente proporcional a la que posee para despreciarlos.

sábado, 27 de agosto de 2011

Dichosos carritos


Fue Reyes la que me animó a escribir sobre esto, así que va por ella, con mi particular felicitación por su cumpleaños.
            El caso es que la otra noche, en animada conversación, les conté a unos amigos que había ido por primera vez a ikea, esa especie de "santuario" del mueble al que parece que "obligatoriamente" tenemos que ir por lo menos una vez en la vida, como si fuera una peregrinación -¡¡¡quillo, ¿tú no has ido nunca al ikea?!!!, te preguntan a veces con tremenda perplejidad-. Bueno, pues el caso es que cuando después de marearme como una perdiz, enterarme al fin de cómo funciona aquello, y perderme tres o cuatro veces -uno es así de cateto, qué le vamos a hacer-, después de todo ello, digo, encontré lo que buscaba y me fui en busca de un carrito para cargar la demanda. Luego de introducir el eurito para liberar al carro de sus cadenas, comprobé con gran mosqueo lo que ya me había pasado antes en otros hipermercados; ¿y a quién no le ha pasado esto alguna vez, amigos? El carrito tenía una de sus ruedas delanteras inmovilizada, de manera que no había forma de hacerla girar. Resultado: tuve que transitar por el inmenso almacén con el carro torcido para que pudiera avanzar de frente. La sensación de estar haciendo el ridículo no había quien me la quitara.
           
 Ya entre risas, continuamos hablando en la tertulia sobre los carritos de los híper, saliendo a relucir otra de sus "virtudes": la dificultad de tomar una curva en los pasillos del establecimiento cuando el carro va cargado hasta arriba. Que si se te va para otro lado, que si requiere un gran esfuerzo encauzarlo, que si poco menos que necesitas una rotonda para hacer el giro,... La solución la aportó Blanco: en vez de llevar el carrito cogido por su mango -que es el sitio natural-, lo mejor es ponerte en una de sus esquinas delanteras. Vamos, como si fueras el patero de un paso. Así es mucho más fácil conducirlo.
           
Dichosos carritos... Con lo buen invento que son y la de problemas que dan a veces. Y, una vez más, las paradojas de la vida, y es que yo creo que los que mejor funcionan son los de esa pobre gente que los utiliza no para llenarlos de compra, sino con lo que encuentran rebuscando entre los contenedores. Y es que no hay nada mejor cuidado como un instrumento de supervivencia.

martes, 23 de agosto de 2011

Ya podéis subir comentarios

            Hola amigos. Algunos de vosotros me ha trasladado la imposibilidad de subir comentarios a mis entradas. Pues bien, ya está solucionado. Se trataba de que para poder hacerlo había que estar registrado en google. A partir de ahora cualquiera de vosotros puede publicar un comentario sin problemas. Es muy sencillo: cuando os aparezca la opción "seleccionar perfil" pincháis en la flechita y entonces podéis elegir dos opciones ("Nombre/URL" o "Anónimo"). Poned la que queráis; aunque, hombre, uno prefiere que os identifiquéis. ¡Estamos entre amigos!

lunes, 22 de agosto de 2011

JMJ

Me siento realmente abrumado por cómo ha transcurrido la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid. Ha sido impresionante contemplar lo que allí se ha movilizado. En tiempos en que a la Iglesia se le ataca por todas partes, la juventud, precisamente la juventud, a la que más se tacha de falta de valores, ha venido de todos los lugares del mundo para demostrarnos que la roca de Pedro sigue tan fuerte como siempre. Pese a que cometa errores -al fin y al cabo, la Iglesia está dirigida por hombres-. Insisto en que es impresionante, emocionante y alentador ver cómo más de un millón de almas canta y baila en la alegría del Señor, a la vez que es capaz de guardar un estremecedor silencio en la adoración al Santísimo Sacramento o en la misa de Cuatro Vientos. Y de las intervenciones del Papa, me quedo con esta frase que ojalá los que somos creyentes la lleváramos siempre grabada a fuego en nuestro corazón: "No os avergoncéis del Señor". Tremenda lección. Porque ¿cuántas veces le hemos negado, verdad amigos?, ¿cuántas veces nos sentimos como apestados en la sociedad por ser católicos  y lo ocultamos privándonos de nuestra propia libertad?
            Y una última reflexión. Cuando un anciano de 84 años es capaz de movilizar a más de un millón de jóvenes, es porque, irremediablemente, hay una gran Verdad detrás de todo ello. Cuando hace cuatro años recité la Exaltación de la Eucaristía de mi Hermandad afirmé: "Fijaos si es o no cierta la presencia real y verdadera de Jesucristo en la Eucaristía; que no puede haber falsedad que se sostenga durante veinte siglos. Porque una mentira o un secreto están hechos para ser descubiertos; y no es que lo diga yo, es la misma Palabra de Dios la que lo proclama: “Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público” (Lc 8,16). Pues eso.
            Si yo fuera agnóstico, hoy tendría más dudas que nunca.

viernes, 19 de agosto de 2011

Bloguear en tiempos revueltos


            Cuando yo estudiaba la EGB existían en mi colegio unos talleres de manualidades a los que obligatoriamente habíamos de inscribirnos los alumnos. Creo que fue en el séptimo curso cuando me apunté al de encuadernación, en el que aprendí -qué cosa tan curiosa- a hacer libros. De mi paso por ese taller obtuve un librito con tamaño de cuartilla y de unas trescientas páginas, que yo mismo realicé con mis manos. Sí, fui artesano; breve, pero artesano al fin y al cabo. Un poco después, concretamente el 21 de julio de 1988 decidí emplear el librito escribiendo en sus páginas inmaculadas una suerte de diario en el que apuntaba comentarios sobre aficiones, asuntos personales, etc.  No escribía a diario, evidentemente, sino únicamente cuando me apetecía. Así hasta principios del año 2006, en que agoté sus páginas. De modo que hoy ese diario es una verdadero documento en el que puede analizarse mi evolución caligráfica -desde una letra infantil hasta la que utilizo hoy día- , y, por supuesto, mi evolución intelectual. Pero cuando se agotaron sus páginas, también se agotó la idea. Nunca hice por agenciarme otro libro en blanco -tendría que comprarlo, pues mi paso por la artesanía quedó olvidado-, para componer el segundo volumen de mi diario -¡qué cursi me ha quedado esto!-.

            Así que ahora he decidido hacer algo parecido, pero en un formato completamente distinto y además públicamente. Eso sí, está por ver si logro darle continuidad o se queda todo en una mala "picá".

            Y lo hago en momentos de cambios para mi persona, que empezaron en julio del año pasado, cuando aprobé por tercera vez consecutiva las oposiciones de Secundaria, pero una vez más quedé fuera del funcionariado.

            En septiembre me enviaron a trabajar a Cómpeta, un pueblecito de la Axarquía malagueña, muy bonito y con gente y compañeros encantadores, pero muy lejos...

            ...Precisamente cuando más necesité la cercanía de los míos y de lo mío, porque fue justo entonces cuando me sobrevino uno de los reveses que de cuando en cuando nos depara la vida. Pero bueno, a fuerza de tiempo y serenidad, todo pasa. ¡Mi ave fénix siempre resurge!

            Otro cambio ha venido de la mano de mi padre, con el que convivo, que ha dado un bajoncillo físico que le ha convertido en una persona distinta a como era hace escasamente un año y precisa de mayores atenciones.

            Y algo más, pues también se avecinan cambios económicos. Desde hace poco tengo apalabrado, que no comprado aún, un precioso ático en el que, en fecha todavía indefinida, pienso establecer mi hogar.

            Y, por último, durante el curso próximo trabajaré en La Puebla de Cazalla, muy cerquita de aquí, lo que me permitirá residir en mi casa por primera vez tras cuatro años de "exilio". ¡Ya tocaba!
            En definitiva, tiempos revolucionarios, de cambios en mi vida, tiempos revueltos para bien y para mal, pero que desde ahora los afronto con nuevas ilusiones y proyectos. No quiero despedirme sin saludaros a todos y compartir con vosotros un brindis imaginario por la vida, que merece la pena. ¡Bienvenidos a La zarabanda!