miércoles, 7 de diciembre de 2011

Arde El Viso

En la tarde-noche de hoy he salido y me ha sobrevenido un olor a infancia. Había humareda en las calles y olía a hoguera. En seguida, me acordé: ¡es el día de las hogueritas! Para los que no sois de aquí, os explico brevemente que hoy arden en mi pueblo decenas de hogueras formadas con la leña que los chavales han podido reunir en los últimos meses; una tradición ancestral que cada 7 de diciembre reúne a jóvenes y mayores al calor del fuego.
            ¿Cómo empezó todo? En cierta ocasión me dio por investigar la cuestión y comprobé con gran sorpresa que ni los más antiguos conocieron el origen de esta entrañable celebración. Entonces me planteé que la cosa vendría de bastante atrás, y que, muy posiblemente, estaría relacionada con la Festividad de la Inmaculada Concepción. Así que, hurgando como un ratón, lo más que pude encontrar fue que en la segunda mitad del siglo XVII, y seguramente al calor del fervor inmaculista que se fraguó en Sevilla desde un siglo antes, el Alcalde Mayor de la villa, Juan de Ozaeta, mandó que anualmente se celebrara la fiesta de la Purísima, con octava, vísperas y procesión eucarística. Pero, claro, el misterio de la Concepción Purísima de la Virgen María no se declara como Dogma hasta 1854, así que es inevitable plantearse interrogantes: ¿serán las hogueritas parte de esos festejos que se iniciaron en el XVII?, ¿se celebrarían en otra fecha y se pasó al 7 de diciembre tras la proclamación del Dogma?, ¿o se iniciarían precisamente a partir de la declaración dogmática?,...

            En fin, dejemos que el velo de la historia siga dibujando ante nosotros un halo de misterio y quedémonos con la pura tradición. Una fiesta popular que afortunadamente se mantiene con su ambiente familiar, su regocijo de chavalería, sus primeros villancicos y ese olor a leña quemada que envuelve El Viso en una singular niebla para que la rompa la Pureza de María.

3 comentarios:

  1. El fuego, siempre el fuego. No se, tampoco me he informado, pero para mi que esto del fuego cerca de las fechas del solsticio de invierno, cuando los días se hacen alarmantemente cortos y la noche extiende su negro velo tan deprisa... desde luego no me huele a fervor mariano, más bien a algo más lejano en el tiempo.

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  2. Y para mí que esto de las hogueras iba íntimamente ligado al 21 de junio, sin más.
    Gracias por la aclaración del párrafo inicial: ¡algunas/os nos perdemos, y ya me veía preguntándote acerca del tema!

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  3. Puede que el ritual se trasladara a la víspera de la inmaculada para dar cobertura religiosa a la tradición pagana; pero también pienso que esto puede ser tan antiguo como el culto al propio fuego, de cuya evolución se nutren tantas tradiciones similares.

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