miércoles, 12 de octubre de 2011

España

Hoy que se celebra la Fiesta Nacional de España, me asalta la vena historiadora para hacerme esa pregunta a la que todos seguro nos hemos enfrentado alguna vez en nuestros pensamientos: ¿qué es España? Tan discutida, tan cuestionada, que a algunos hasta les produce sonrojo pronunciar su nombre -y lo sustituyen por la manida expresión "este país"-,... La pregunta viene al pelo ahora que algunos politicastros catalanes agitan nerviosos su rancio nacionalismo de sardana y barretina para recolectar una buena cosecha de votos el próximo 20-N. Lo que no saben, o mejor, no quieren saber, es que, con esa actitud no están sino demostrando su españolidad. Porque eso ha sido siempre España, un contrapeso de opiniones, una báscula de intereses, un reparto de poderes, pero en definitiva, y siempre, una suma. Repásese la historia y se verá que es una continua repetición de lo que os digo. Pero yo callo ya; porque dejo que sea Ortega y Gasset quien explique magistralmente este fenómeno, esta España. La cita la extraigo de "España invertebrada".
            "Entorpece sobremanera la inteligencia de lo histórico suponer que cuando de los núcleos inferiores se ha formado la unidad superior nacional, dejan aquéllos de existir como elementos activamente diferenciados. Lleva esta errónea idea a presumir, por ejemplo, que cuando Castilla reduce a unidad española a Aragón, Cataluña y Vasconia, pierden estos pueblos su carácter de pueblos distintos entre sí y del todo que forman. Nada de esto: sometimiento, unificación, incorporación, no significan muerte de los grupos como tales grupos; la fuerza de independencia que hay en ellos perdura, bien que sometida; esto es, contenido su poder centrifugo por la energía central que los obliga a vivir como partes de un todo y no como todos aparte. Basta con que la fuerza central, escultora de la nación -Roma en el Imperio, Castilla en España, la Isla de Francia en Francia-, amengüe, para que se vea automáticamente reaparecer la energía secesionista de los grupos adheridos. (...) la energía unificadora, central, de totalización -llámese como se quiera-, necesita, para no debilitarse, de la fuerza contraria, de la dispersión, del impulso centrífugo perviviente en los grupos. Sin este estimulante, la cohesión se atrofia, la unidad nacional se disuelve, las partes se despegan, flotan aisladas y tienen que volver a vivir cada una como un todo independiente."

5 comentarios:

  1. Oeee como se nota que el Juangui ha puesto el nivel alto. esta vez nadie comenta na

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  2. No considero que el nivel esté alto, ¿qué es para ti poner el nivel alto?, yo leo un comentario muy normalito. No se opina porque es un tema muy manido que no interesa a nadie. Eso es todo.

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  3. A mi sí me interesa.¿Hay alguien que no esté manido-manumitido-mantenido que también le interese?
    Esoestodo.
    P.D.:perdón por el retraso.

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