martes, 30 de agosto de 2016

La Eurocopa de la Arcadia

Hace cuatro años escribí un artículo que titulé La Eurocopa de Mastercard; en el mismo rememoraba los recuerdos ácidos, bohemios y casi surrealistas que me proporcionó la Eurocopa de cuatro años atrás, es decir, la de 2008. Comoquiera que en 2012 la historia se repitió, es decir, fue una competición vivida de forma muy singular y además la volvió a ganar España, hubo quien me sugirió que tendría que escribir sobre ella, ¿verdad, Ana?, ¿verdad, Mar? Pues nada, como ahora también han pasado ya cuatro años y también ha habido Eurocopa, creo que es momento de atender aquella petición.

            La cosa es más o menos sencilla. Plaza de Abastos de mi pueblo, El Viso. María del Mar lucha por sacar adelante a base de mucho empeño y esmero un curioso bar que nosotros –unos cuantos aficionados a la barra fija- tomamos como centro de operaciones de cara a aquella Eurocopa. Ver allí un partido, fuera o no de España, se convirtió en rutina casi diaria, aliñada con las siempre transgresoras sentencias de mi primo el Golfo, la verborrea académica y erudita de Rafael, y… -lo mejor- la belleza y frescura que aportaban Ana y la propia María del Mar. Vamos, ¡una Arcadia! Por cierto, no me voy a dejar al margen: allí andaba el menda, babeando las más de las veces pero también enjaretando versos en ciertos momentos de lucidez.

            Suenan los himnos… ¡Pon el primer botellín, Mar! Minuto uno: pon el segundo… Y así sucesivamente. Avanza el partido. Pongamos que jugaba Alemania… y Rafael pontificaba de forma impecable sobre Lutero, Bismarck o el III Reich. Pongamos que jugaba Francia… y de seguro que mi primo tenía algo que decir sobre las francesas… Minuto 90: pon otro, Mar. Ha acabado el partido hace una hora: echa el penúltimo, Mar. ¡Oye, ahora cierras y nos vamos a tomar una copa por ahí!

            Y entretanto, Mar sirviendo botellines y algo de comer –sofisticados platos que preparaba ella- mientras nos hechizaba a todos con su desparpajo y encanto personal. Y Ana, como una más, tumbando a cualquiera de nosotros en todos los aspectos posibles. Menuda es mi Ana del alma…


            Final de la Eurocopa: España gana 4 a 0 a Italia. Rememorar el partido sería insistir en lo escrito más arriba. Mas, como todo lo bueno, la Arcadia terminó; creo incluso que con aquella final. Seguimos viéndonos allí un tiempo. Pero ya no fue lo mismo. El aire decadente empezó a soplar y Mar cerró el negocio poco después. Así termina siempre lo que se recuerda como un sueño.

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