lunes, 27 de agosto de 2012

Un sueño azul


Me puse ante el atril consciente de que, como dijo momentos antes Rafael, Dios debe estar enamorado. Por eso comencé a soñar; me instalé en septiembre porque...

                                                ¿Y quién no sueña en septiembre
                                               con sentirse en su presencia?,
                                               ¿quién se resiste a la gloria
                                               que lleva en su cara impresa?,
                                               ¿quién se resiste a sus ojos,
                                               a esa mirada serena?,
                                               ¿quién a la eterna sonrisa
                                               de sus labios de princesa?

            Y así, guiado por su mirada serena y por su sonrisa principesca, me sumergí en un piélago insondable colmado de amor, sabiendo que le estaba hablando, de tú a tú... A la Reina.

                                               Todos los tiempos contemplan
                                               la majestad de tu porte,
                                               si hasta un rey te puso nombre
                                               cuando admiró tu belleza
                                               celestial y alcoreña;

             Gocé, sentí, lloré... Y percibí que lo mismo venía de la otra parte de la cortina de luz que me separaba de mi gente. Una gente que más que nunca se sintió hija de la Madre celestial. Porque no pude equivocarme al enunciar...

                                               que a ti, rosa entre jazmines
                                               y estrella en oscuro cielo, 
                                               Dios te puso en los Alcores,
                                               ¡en qué bendito momento!,
                                               para ser Reina de El Viso
                                               y Madre de los visueños.

            Y cuánta gratitud debo... A Ella, y a vosotros. Por tanto cariño demostrado, por tantas sinceras palabras de felicitación. Por tanto amor vertido en las laderas alcoreñas.

            El sábado fui a dejar en sus manos mi beso. No tendría otra forma mejor de dar gracias a la Madre; ni otra pretensión...

 No seré yo el primero, como no lo será nadie; que todos los besos valen para ti un océano de aprecio.   

            Y entonces sentí como Ella me sonreía.

5 comentarios:

  1. El sábado me hiciste, Juan, más orgulloso visueño; más orgulloso hijo; y más orgulloso hermano... Gracias y felicidades

    Y gracias Rafael, por tu bella y original presentación del pregonero. Como te dije, yo moriría más feliz si antes me dedicara un amigo las palabras que tu dedicaste al tuyo...

    Aurelio Bonilla

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  2. A mí Juan me hiciste más orgulloso amigo.
    Gracias por ese texto que nos regalas a todos los que estamos dispuestos a encontrar fe y esperanza.
    Porque la densidad de tus palabras superan lo efímero del pregón,se que, como hago cada junio en vísperas del Corpus con tu Exaltación, releeré este pregón que sabe mejor que el primer nardo.
    Gracias también a Rafael por hablar con tanta belleza de lo trascendente.
    Un abrazo.

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  3. dicen que "la boca habla de la abundancia del corazón", y Juan nos ofreció un derroche de bellos, nobles y buenos sentimientos.
    desde aquí también felicito a Rafael tu amigo y presentador. besos

    Almudena Tarancón

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  4. Alfonso Carlos Sánchez30 de agosto de 2012, 11:28

    Querido Juan, creo que el pregón fue un espectáculo literario irradiado de sentimentalismo a la imagen de Maria. Los que estuvimos presentes, disfrutamos muchísimos y todos los visueños podemos estar orgulloso del esfuerzo que hiciste. Ya te lo dije el día del pregón, GRACIAS Y GRACIAS, por dedicarme a mi y a todos los presentes las horas y horas que conlleva el realizar un trabajo como ese. Cada segundo de tu esfuerzo, es una gracia al otro.
    Gracias también a "Santo Tomas de Aquino-júnior". Seguro que en el cielo hay fiesta por vuestra labor.

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  5. Con todo el cariño de un hermano y la admiración de quien gusta apreciar la sinceridad y profundidad del sentimiento y la belleza de la palabra, sinceramente... enhorabuena y gracias a los dos.

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