"Luna de agosto, perla madura del cielo;
vengo a buscar tu consuelo, luna de agosto.En otros ojos de agua más pura querría mirarme,
mas siempre vuelvo a buscar tu sonrisa de sorna cruel."
Radio Futura, "Luna de agosto".
La
otra noche estaba mi casa a oscuras, pero su luz azulada se colaba por todos
los huecos abiertos de par en par. Ese claro de luna al que glosaron Beethoven
y Debussy, el que inspiró tantas escenas... Subí a la azotea. Allí la
fotografié. La admiré. La piropeé. Casi le recé...
Redondel
de plata en el que cualquiera sueña con triunfar. Diámetro de copa que guarda
en su interior un extraño elixir... ¿Quién no dejó olvidado algún sentimiento
en esta señora del cielo?
Guardiana
de nuestro arrobo... Cuando ella sale, todo se transforma. Y todo lo propicia.
Un recuerdo reaparece para diluirse en un proyecto. Un fracaso se torna en
ilusión. Lo diáfano, en misterio. Bien que lo sabía Lorca:
Cuando
sale la luna
se
pierden las campanasy aparecen las sendas
impenetrables.
Ay,
luna de agosto... No sé si habrá ojos de agua más pura en los que mirarse, pero
hay veces en que a uno le gustaría ser lunático...
Magnífica la entrada, y me alegro de saber que tú también sabes buscar y encontrar la belleza en las cosas más accesibles,... no hay que perderse en la obviedad de lo cotidiano, sino más bien saber saborear y disfrutar como nadie aquello que todos tenemos al alcance.
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