Este año
no podía dejar de publicar, en estos días de vísperas tan significadas, un
extracto de las palabras que dediqué a nuestra Patrona, Santa María del Alcor,
en el Pregón de las Glorias de María que pronuncié el pasado 17 de mayo. He
optado por traer solo una pequeña selección de las 39 cuartetas que escribí
para Ella, y por Ella. Con todo el amor de un hijo, un humilde visueño, que
siempre estará a sus pies, para lo que Ella precise.
¡Sin
que me duelan los ojos,
cuánto
tiempo te he mirado!
Cuánta
mirada a tus labios
en
este amor silencioso.
Tú
sabes lo que te quiero;
yo,
lo que me quieres Tú.
Este
amor es un haz de luz
que
desborda mis anhelos.
Sé
dónde empieza nuestro amor,
y
nadie lo puede entrever,
que
el secreto de este querer
son
cositas entre Tú y yo.
Por
eso te quiero tanto,
por
eso a diario te rezo,
por
eso fui costalero,
por
eso te llevé nardos.
Pero
sé emocionarme.
Lo
sabe el que me conoce
que
yo llevo el día 12
clavadito
en mis carnes.
¿Pues
qué visueño no entiende
que
arrancamos con penita
unos
jirones de vida
cuando
se nos va septiembre?
Me
arrastra mi soliloquio;
se
pierden mis palabras
en
el limbo de quien ama,
que
así es como hablan los locos.
Porque
este amor es locura
que
a la sinrazón abona;
mi
amor parte en tu corona
y
acaba en tu media luna.
Me
desvelo por seguirte;
la
espalda de tu trono
es
el camino más corto
para
poder elegirte.
A
tu mirada me acojo
y
en tu mirar sereno
descubro
que está latiendo
el
universo en tus ojos.
Y
en tus manos me quedo;
tu
caricia será el placer
que
regala el amanecer
de
mis cuitas y desvelos.
No
me quites este sueño,
que
al final de mis días
entre
azules letanías
también
seré visueño.
Y
en mi último viaje espero,
Patrona
mía querida,
hallar
tu Gloria prendida
en
la baranda del cielo.
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