Hoy, día de la Fiesta Nacional para culminar una
semana en la que el ministro de Educación, señor Wert, ha afirmado que pretende
españolizar al alumnado catalán.
¿Os
cuento algo de mi semana en las aulas? Entro en una de primero de la ESO y me
asaltan cuatro alumnos pidiendo salir al servicio. Cuando al fin logro aplacar
un poco a la masa, paso lista a duras penas, elevando cada vez más la voz. Se
está leyendo en voz alta cuando dos empiezan a pelear. Intentas explicar algo
casi a gritos cuando uno salta gritando más que tú "¡maestro, este no me
deja!". Y más peticiones de salir al servicio, casi en cascada... Y una
bola de papel que pasa volando por encima de todo el alumnado... Paso a clase
con tercero. Aquí será distinto, me digo. Mi gozo en un pozo... Pasar lista
supone otro esfuerzo. La garganta ya me falla. Contemplas rendido cómo es
imposible mantener un mínimo orden en una clase con ¡32 alumnos! Y qué decir de
la alumna que el lunes por la mañana se pasó toda la hora durmiendo sobre su
mesa, supongo que porque en el fin de semana no tuvo tiempo de hacerlo. Le
llamo la atención. Levanta su cabeza y me muestra una cara hinchada salpicada de
piercings: "¿qué quieres?", me dice con total naturalidad. Le explico
que su actitud no es de recibo y me contesta más natural aún: "vamos a ver,
¿yo estoy molestando a alguien? Po déjame...". Entre clase y clase, mis
compañeros y yo llegamos a la sala de profesores con el reflejo en nuestras
caras de la frustración por no poder realizar a gusto nuestro trabajo...
No
se trata de españolizar, señor ministro; como tampoco se trata de catalanizar,
señor Mas... ¿Por qué no se proponen simplemente educar? Y no precisamente
regalando un ordenador a cada alumno para que el nene esté todo el día -sí,
mañanas incluidas- entretenido con juegos y tuentis, como hacen el señor Griñán
y la señora Moreno, manijeros de la Educación por estos andurriales. Pero
claro, no seré yo el más ingenuo... Porque es más fácil españolizar,
catalanizar... engañar... que crear ciudadanos educados. Siempre es más fácil
de manejar una masa de besugos que una sociedad formada y crítica. Vivan las
competencias BÁSICAS; abajo las competencias excelentes.
Salud,
amigos, y ¡viva España con honra!
VIVA
ResponderEliminartienes toda la razón, el problema hay que medirlo por otro rasero evidentemente...
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