Tranquilos, que no estoy anunciando el final de este blog. Para los que lo hayan podido pensar, y sobre todo para los que hasta le hayan entrado ganas de dar un brinco de alegría, tened paciencia que todo llega. Pero no, no estoy anunciando el fin de La Zarabanda (dejemos que al menos cumpla un añito).
Me refiero a que, anoche, un grupo de amigos entre los que se contaba servidor pusimos fin a la Fiesta de la Navidad en La Zarabanda, un coqueto restaurante de Sevilla del que salimos más que satisfechos. Y fue la coincidencia en nombre lo que impulsó a mis acompañantes a animarme a dejar constancia del hecho en mi blog. Pero, evidentemente, no os voy a contar únicamente que ayer estuve en un restaurante que se llama como mi blog, ole, ole, qué gracioso. Y es que, en estos tiempos tan malitos que vivimos, La Zarabanda es un claro ejemplo de que, con poco, se puede hacer algo distinto, pues se trata de un establecimiento pequeño, nada pretencioso, casi desnudo, pero lleno de encanto y ambiente familiar. Al parecer lo abrió un matrimonio italiano, de ahí que pongan unas pizzas que están para hacerles una novena, pero también otros platos exquisitos llenos de imaginación. Y lo que decía antes, ambiente familiar en un pequeño salón sacado de una vieja casa a la que se le han tirado tres tabiques, sin alarde alguno en cuanto a decoración, y un trato directo, sencillo y amable. Buenos ingredientes para crear el encanto y propiciar una agradable velada, ¿verdad que lo pasamos genial, amigos? Qué fácil parece a veces sacar oro de donde no lo hay, ¡la imaginación al poder!
Para los interesados en vivir una grata experiencia en La Zarabanda: está en Padre Tarín, una pequeña calle que une la Plaza de la Gavidia con Jesús del Gran Poder. ¡Que aproveche!
No quieras dártelas de interesante con eso de "(dejemos que al menos cumpla un añito)". Sabes que vas a seguir escribiendo (con poca constancia, pero escribiendo al fin y al cabo).
ResponderEliminarHola primo,
ResponderEliminarImagino que cenariais a horarios europeso ¿no?
Por otra parte no mencinoas el servicio, tambien imagino que mejor que en otros sitios de los que no quiero acordarme.
Un abrazo y nos vemos en la Cruz