Entre las sublimes piezas que Miklos Rozsa compuso
para la banda sonora de la monumental Ben-Hur,
me llamó poderosamente la atención, por su belleza, ésta que os adjunto. Lleva
por título La Estrella de Belén y es
la que suena en la primera secuencia de la película, cuando los Magos de
Oriente llegan al portal tras seguir a la estrella que les guía y adoran al
Niño recién nacido. Apoteosis de la Epifanía acompañada de una maravillosa
partitura. Servidor tiene por costumbre desde hace algunos años escucharla en
la noche de cada 5 de enero, cuando se está imbuido de la magia y la ilusión
que acompañan el momento. Y es entonces, al escuchar esta bellísima melodía,
cuando empieza a plantearse medio en serio que algo anormal ocurre en esa
noche. ¿De dónde procede esa alegría que embarga a todos?, ¿de dónde viene
tanta ilusión en pequeños y mayores?, ¿de dónde tanta emoción?... Bien pronto
-quizás cada vez más pronto- nos dicen que los Reyes Magos no existen, que en
realidad son los padres. Pues qué queréis que os diga, pero la única certeza en
todo esto es justamente lo contrario de lo que se nos dice; porque, ¿hay por
ahí alguien que pueda afirmar con rotundidad que sus padres son Reyes Magos?...
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