Alumbra la
noche el orbe;
mil
luminarias tintinean
al
compás de una estrella,
surcando
confusos soles
de
entre el alma de los hombres.
La
Ciudad Santa florece
y
en la estela permanece
la
sonrisa divina,
cálida,
sin espinas,
de
quien nace en un pesebre.
Con mis mejores deseos, feliz
Navidad.