Décima al Cristo del Amor, ahora que son sus días.
¿Dónde habita, mi Dios, tu Amor?
¿Dónde tanta paz reside?¿Es en las llagas que abriste
en tus manos de sanador?
¿En tu poder, o en la oración?
Busco tu Amor a destajo
y al verte, mi Señor, hallo
entre la yedra y el lirio,
que en la cruz tiene su sitio
clavaíto con tres clavos.